Esta técnica consiste en la elaboración de piezas planas no demasiado gruesas. Utilizamos un rodillo para estirar la pieza de barro, se coloca sobre una tela gruesa (lona) para que no se pegue a la superficie de trabajo y entre 2 listones de madera del grosor que queramos conseguir para la plancha. Comenzamos pasando el rodillo desde el centro de la arcilla para que esta pueda extenderse sobre la lona sin secarse demasiado. Para hacer planchas pequeñas podemos utilizar las palmas de las manos o bien aplastando sobre una superficie.